Ambientes de Aprendizajes

En la actualidad la escuela ha perdido presencia en la formación y educación de los niños, ya no digamos en la humanización. Tenemos que reconocer que hoy en día la escuela no es la única entidad “que educa” o “forma” a los estudiantes puesto que cohabita con otras instancias comunitarias y culturales que contribuyen a ello, como los grupos urbanos de pares y los medios tecnológicos y de comunicación que, debemos reconocer, son un atractivo permanente lleno de misterios y magia para los discentes.

Finalmente considero que los procesos de profesionalización deben tener un giro en sus contenidos y procesos, más allá de repasar estrategias, metodologías y contenidos, deben enfatizar el cambio de paradigma y su fundamentación, para lograr así la comprensión y sensibilización del cambio necesario. Se debe presentar al docente el fundamento necesario del ambiente de aprendizaje, para que comprenda la necesaria redimensión de este aspecto en su práctica docente y sus implicaciones en la calidad educativa. Se debe buscar, a través de todas las instancias necesarias, redimensionar la vocación docente, buscar que cada uno de nosotros
rescate la pasión, el amor, la ternura en nuestra profesión y que ésta trascienda a nuestros alumnos. Incorporar el misterio, la imaginación, la apertura, la participación, la convivencia democrática, la reflexión, la comprensión en todos los procesos que se viven en el aula. Redimensionar los ambientes de aprendizaje como una necesaria posibilidad de mejorar la educación con el fin de flexibilizar la planeación y la evaluación, aceptar el error, la ignorancia, la incertidumbre, el territorio y privilegiar los procesos antes que los resultados.
